La globalización, postmodernidad, culturas dominantes, organizaciones, y otros fenómenos nos sumergen en lo que es la civilización de occidente, que busca transformar modos de vida, pensamientos, y comportamientos; a partir de estándares que son creados por los medios de comunicación u organizaciones.
El ser humano vive en un entorno rodeado de (organizaciones, estado, instituciones culturales y económicas); que le permiten crear mundos de cultura al hombre, que se basa en las necesidades del prójimo y en el etnocentrismo de algunas naciones, personas o sistemas; creando parámetros de inferioridad contra estados que en su mayoría viven en subdesarrollo. Los diferentes sistemas de dominación pretenden someter a “grupos de masas”, asignando a una persona un titulo que le da un poder para tener un control absoluto y convertirlos en los esclavos del siglo (XXI).
En los últimos años, el no ser parte de un mundo globalizado trae como consecuencia algunos inconvenientes en el desarrollo del mercado económico, cultural, tecnológico; que forman una dualidad de pensamiento entre aquellas personas que lo adoptan y las que no. Entrar implica acostumbrarse a un cambio constante de diversas culturas que hacen perder la identidad del país, pero que son un requerimiento a la hora de pertenecer a este mundo; el cambio de ropa, el celular, la manera de hablar y como nos vemos ante la gente son algunos indicios de que somos ya parte de la globalización.
Por otra parte, las organizaciones intervienen y hacen parte de estos grandes impactos socioeconómicos; actúan de manera directa e indirecta en la consecución de metas y propósitos que van más allá de lo material, ya que instauran una estructura sistemática y sitúan a cada persona dentro de la empresa para que desarrolle una respectiva función, y así conseguir un desarrollo sostenible en su totalidad; convirtiendo a cada empleado en un “marioneta”, que hace lo que la empresa quiere y es manejado a su gusto para cumplir con sus finalidades.
La globalización es causante de un cambio en ocasiones radical, rápido y difícil de controlar sino se tiene un equilibrio a esto; de hecho se hace caso a un nuevo concepto llamado competitividad, una de las características que debe tener el trabajador de la nueva era; se olvidan por completo los valores morales y se da paso a un ser mezquino, capaz de acabar con su competencia utilizando los argumentos más infames a los que puede recurrir el hombre.
Asimismo los sistemas de control, han sido parte de la historia y la actualidad; tradicionalmente se han formado clanes, tribus, sociedades, y familias, que en parte contribuyen a un mejor desarrollo del trabajo de grupo como tal, para así no permitir una anarquía en cada situación en la que estén involucrados muchas personas.
Es inevitable el decir que las culturas dominantes, son por lo general aquellas que en la historia han ganado guerras, ellos infunden una cultura y se apropian de otras que no les pertenecen; pero en su afán de dominio es primordial neutralizar o sacar del camino a esas personas que no creen en los nuevos sistemas, y que se muestran opositores erigiendo normas, reglas, o leyes que actúen a su favor.
Algunos países colonizados en la historia hacen alusión de ser libres e independientes, pero en realidad son subalternos ya que deben respetar y aceptar una cultura para no causar una situación de hostilidad. Es el caso de muchos países de America latina, que dependen de manera económica, política, social, y cultural de otros países; para de esta forma no desquebrajar un sistema que sin duda no es autónomo sino implantado. Por consiguiente se han creado diferentes movimientos, como lo es la postmodernidad que se caracteriza por infundar un pensamiento de consumo que va muy de la mano con la globalización; teniendo como referencia la importancia del dinero para la aceptación en un grupo social ósea el realismo del dinero como tal, las tendencias y necesidades que son subjetivas pero inducidas por diferentes personas de nuestro entorno o medios, y uno de los principales el poder de compra que se denota con la frecuencia con la que se gasta el dinero en cosas las cuales no son necesarias , pero que otorga un estatus social y una mayor aceptación en los grupos.
En conclusión todos estos fenómenos socioeconómicos, han incursionado de tal manera que dependemos en cierta forma de ellos. Una empresa que no este en el mundo globalizado seguramente no podrá ampliar su mercado comercial, además de no poder innovar y adquirir nuevos procesos que le faciliten la elaboración de su producto, o nuevas estrategias del negocio a nivel mundial que contribuyan a una menor inversión y mayor rentabilidad, que de el suficiente progreso a una organización para alcanzar los altos estándares predeterminados.No obstante, no podemos relacionar crecimiento con sometimiento, ya que el sometimiento conlleva a problemas sociales, psicológicos, culturales , políticos, porque se cimienta todo sobre el dinero, y el poder de consecución ante nuestra competencia que en su efecto son nuestros amigos ,compañeros, y personas de nuestro entorno. Sin duda perdemos toda noción de lo que es humanidad y anteponemos nuestros objetivos y metas sobre las de los demás, siendo los intereses protagonistas de conflicto o llevando a esa otra persona a actuar como lo hacen los demás, injuriándolo y causándole repercusiones en su forma de comportarse y pensar, para dar un cambio él y adaptarlo a las nuevas culturas.
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